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Nuestra nueva aventura de consultoría

Aquellos que me conocen, se preguntarán por qué he dejado mi trabajo anterior para aventurarme a empezar desde cero una compañía similar. Aunque me sentía satisfecho en mi posición anterior y estaba rodeado de un equipo excepcional, necesitaba experimentar si existía un modelo mejor para una empresa de consultoría.

Conocimiento y talento son ingredientes clave para un negocio en este sector. La actividad de consultoría es muy atractiva en sí misma: conocer gente nueva y nuevas organizaciones, enfrentarse a nuevos retos, leer y aprender las novedades para estar actualizado y poder aportar valor a los clientes. Entonces, ¿por qué hay tanta rotación en esta actividad? ¿Por qué hay tantos consultores insatisfechos con su trabajo? ¿Por qué hay tantos profesionales  que se hablan de manera despectiva de los consultores?

Realmente no sé las respuestas, pero quiero construir un espacio de trabajo en el que los colaboradores se sientan los dueños para construir un lugar mágico: primero, para nosotros y a continuación, para nuestros clientes, proveedores y partners.

A través de un enfoque de Design Thinking facilitado por Esteban Meléndez, hemos logrado combinar mis “porqués” personales con unos valores comunes sobre los que cimentar nuestro proyecto. Mis pensamientos más profundos eran cuatro:

  1. Me apasiona la supply chain, la tecnología y la transformación de los negocios.
  2. No soy el más listo. Mis colaboradores proponen soluciones en las que yo jamás había pensado.
  3. No quiero ser un freelance. Quiero trabajar en equipo.
  4. Disfruto desarrollando personas y aprendiendo de los demás.

Queremos ser felices en el trabajo y disfrutar de lo que hacemos. Queremos seguir desarrollando nuestra reputación, que es nuestro tesoro personal. Creemos profundamente que lo lograremos si seguimos los siguientes principios:

  • Nos gusta que nos traten como personas. Por ello, trataremos a cada uno como una persona. Todas las organizaciones están formadas por individuos.
  • Nos encanta la gente, trabajar en red, en equipos. Tener buen corazón es obligatorio para unirse a nosotros.
  • Nos consideramos honestos. Decimos a nuestros clientes lo que sabemos y lo que no sabemos.
  • Disfrutamos nuestro trabajo. No aceptaremos la alienación de lo que hacemos.
  • Aprender es nuestra pasión, los retos y la búsqueda de la excelencia nos impulsan diariamente.
  • Queremos ser los dueños de nuestro destino, compartimos la información financiera, las perspectivas y los beneficios del negocio con todos nuestros colaboradores.
  • Nuestra cultura está en proceso de construcción. Este es el punto de partida y cualquiera puede mejorarlo. Cada uno es responsable de lo que lleguemos a ser.

Sabemos que estos valores pueden marcar una diferencia importante con las compañías de consultoría más reconocidas y confiamos en que va a ser un punto diferenciador para nuestros colaboradores. No entendemos los proyectos ejecutados por un ejército de consultores junior y reivindicamos el valor de la experiencia profesional. Comprendemos mejor a nuestros clientes porque hemos ejercido puestos directivos con anterioridad y estamos dispuestos a volver a ponernos en sus zapatos. Creemos que podemos ser una plataforma para profesionales expertos. Intentaremos que se enamoren de nuestro modelo y que cada colaboración puntual se convierta en permanente.

Estamos apenas empezando nuestra historia y sólo podemos compartir nuestros sueños. Nuestro nombre, Howdazz, refleja nuestras aspiraciones. Espero que alcancemos el éxito en el futuro. Los resultados y los colaboradores hablarán de nuestro éxito o de nuestro fracaso. También espero que si no somos lo suficientemente inteligentes, otras compañías consigan grandes éxitos con enfoques similares al nuestro: colocando a las personas en el centro de la organización y cuidando de ellas por encima de todo. Si fracaso, aspiro a seguir intentándolo.

Autor: Eduardo de Porras
Fecha de publicación: 19 de noviembre de 2017